sábado, octubre 29, 2005

ENTREVISTA : ASÉSORO, EL PÁJARO DETRÁS DEL PODER

(Escribanos a : extra@eldeber.com.bo)

Pícaro, arribista, entrometido y fanfarrón. Son algunas de las características que han hecho populares a Asésoro. Un personaje de historieta creado por Gaspar, que devela las partes más hilarantes de la política cruceña. En esta entrevista cuenta todo lo que usted quiere saber y no se atreve a preguntarle
Es la primera vez que acepta dar una entrevista. Llegar a él no fue fácil. Para ello, tuvimos que sortear varias trabas, hasta que logramos encontrar a Óscar Barbery (Gaspar) el progenitor de este polémico, pero divertido asesor municipal. Le pedimos que interceda y tras arduas negociaciones, finalmente, Asésoro aceptó animado, entre otras cosas, por la postulación a personaje del año que hiciera un columnista del Diario Mayor. En una faceta poco conocida, habla de sus inicios, el esfuerzo que le costó llegar a las páginas de los diarios y de sus planes para el futuro.
-¿Cuándo y dónde nació?
- Yo digo que empecé a existir en agosto del 2002, que fue cuando comencé a salir en el diario. Mi existencia previa no la tengo en cuenta, porque el que no sale en la tele o en el periódico, no existe. Entonces, nací en EL DEBER.
- ¿Qué edad tiene?... No mienta por favor
- No sé mentir. A lo sumo, por culpa de otros, puedo estar manejando información equivocada. Tengo la edad que tiene la sabiduría de mis consejos y asesoramientos; algunos de ellos vienen de Aristóteles.
- ¿Tiene alguna profesión?
- Pude haber sido arquitecto, ingeniero, abogado, médico, físico nuclear, dentista, enfermero, economista, publicista, vendedor, periodista, astronauta, carpintero, albañil, maestro o docente, pero en vez ser uno de ellos, decidí ser todos ellos juntos, así que soy asesor de alcaldes.
- ¿Quién le dio alas para incursionar en política?
- Lo hablé con El Duende y me apoyó. También fue fundamental el apoyo decidido de Roberto Fernández, que me nombró asesor a pesar de que yo no sabía nada de la Alcaldía. Es una lástima que, justo cuando los dos ya estábamos aprendiendo, se nos acabó la gestión.
- ¿No le da vergüenza exponer todas sus matufias?
- ¿Qué es la matufia? Una ilusión, una sombra, una ficción; el mayor bien es pequeño y toda matufia es sueño y los sueños, sueños son. Quiero decir que no hay matufias, lo que hay son negocios con mala publicidad.
- Se dice que usted es una versión caricaturizada de un conocido asesor del ex alcalde municipal ¿Qué hay de cierto en eso?
- Bueno, puede ser, puede ser. Nos parecemos en algo. Lo que pasa es que a Roberto le gustaba que anduviéramos con traje y corbata tradicional, pero con un toquecito informal de la nueva generación, tipo ‘siglo XXI’.